De toda la vida desde que el mundo es mundo y yo ando por aquí cuando todo se tuerce en mi casa huyo cual conejillo asustado a los brazos de mi adorado padre, llamadme mimada o consentida, se que ahora soy mayor, que tengo mi propia hija mi vida y que tengo que enfrentarme al mundo pero si hay algo que esta mierda de crisis me ha dado es tiempo para pasar con el, porque sin trabajo y sin dinero para irme de shopping o echarle combustible a mi jet privado a lo Paris Hilton la casa de mi padre es la mejor opción para desconectar.
La Mona se viene conmigo -obviamente- nos vamos dentro de una hora, ya vuelven a estar hechas nuestras super maletas de tonelada y media cada una, la cuna portatil, la sillita del coche, una bolsa de potitos leche cereales, apiretal, dalsy, motilium, champú jabón colonia el minicepillo de pocoyó, dieciocho chupetes y otros quince de emergencia, varios bibis y yo que se cuantisisisisisimas cosas mas, un fallo inocente como dejarme a su adorado peluche el señor cobejo en casa y habrá que volver 50km atrás si alguien pretende dormir.
Me alegra saber que mi padre estará en su casa algunos días después de un mes trabajando fuera y que podremos pasear por el campo, cocinar, hacer fotos, La Mona podrá investigar aquí y allá con sus perros que a diferencia de la nuestra aun son jóvenes y juguetones, ademas de disfrutar de algo de tiempo con su Babu que tanto la quiere.
Supongo que posteare desde allí pero aun no se cuando volveré así que os deseo a todos una maravillosa semana si no doy señales de vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario